miércoles, 3 de noviembre de 2010

Carta de un adiós.

¡Hola Juli! ¿Cómo estás loquita? Bueno, en realidad yo ya sé que no estás. Pero no importa, juguemos un rato, hagamos de cuenta que me escuchás, porque necesito hablarte. No te quiero pedir nada, sabés que lo único que quise de vos fue tu compañía, así como venía, sin cambiar una coma, un acento, ni siquiera una cana. Pero necesito hablarte una vez más, para decirte por qué hago lo que hago y soñar con que me entiendas.
Ya van seis meses desde que te fuiste. Me acuerdo de esa primera mañana en que desperté solo, me veo buscando los rastros de tu perfume en la almohada, acariciando las sabanas intactas de tu costado en la cama. Que imagen patética, cuanto olor a Hollywood, a novela mexicana, pero fue así, no lo voy a negar, no voy a tener orgullo frete a vos, no ahora que estás muerta. Y me acuerdo y tiemblo, y un ánimo sombrío me atrapa cuando pienso esa palabra y escribirla me da pánico, pero se que tengo que hacerlo: muerta, estás muerta. Y en mi recuerdo vives, y es cierto, te doy forma muchas veces, como ahora que me imagino tu cara ladeada como la solías poner cuando escuchabas, con los ojos clavados en los míos, y yo que a pesar de la rutina no me lograba acostumbrar, y tu mirada todavía ahora, como un vano recuerdo, me da una mezcla de nervios y excitación que me hacen perder conciencia del resto, de mi silla, de mi cuarto, hasta de esta carta que te escribo. Y te quiero abrazar, y me quiero pegar a vos como un papel film que no deje resquicio sin palpar; pero ya no estás, la caprichosa vida me niega para siempre la delirante experiencia de sentir tu cuerpo, de oler tu piel y tu pelo, escuchar tu voz, probar tu café y compartir un mate.
Y esos recuerdos ya no alcanzan, veo como los detalles se van perdiendo, ya no recuerdo el color de tu remera en ese desayuno final, ni las palabras que susurraste la última vez que hicimos el amor. Intento aferrarme a su pueril existencia, les pido por favor que se intensifiquen, que no pierdan el color, que me traigan una vez más el timbre de tu voz. Pero poco a poco se rebelan, se plantan, se niegan a responder a mis pedidos, y con el tiempo ya no son mis recuerdos, sino que yo les pertenezco a ellos. Y empiezo a vivir para ellos, y mi ánimo se somete al capricho de estas imágenes convalecientes, y según su antojo yo bailo despreocupado o me hundo en la más profunda monotonía. Hay días enteros que pasan sin nada, vienen en un abrir y se van en un cerrar de ojos, y en el medio nada, monotonía, acordes sin ruido, colores sin brillo, pasos mecánicos.
Pero ya no puedo vivir así Juli, vos me conocés muy bien. Así que aquí vengo a escribirte, para decirte adiós. Estarás pensando que te fuiste hace medio áño, pero recién ahora yo puedo soltar tu mano. Y se que tus recuerdos me van a seguir por un rato, el rato que dure mi vida, jamás te voy a poder olvidar, ni quiero hacerlo. Pero necesito empezar denuevo, necesito dejar ir la ilusión de volver a verte, y aunque algunos me digan que te cruzaré en otra vida, prefiero ser fiel a mí mismo y admitir que esto fue todo lo que bailamos. Sin dudas un baile hermoso loquita, pero la pieza ya se acabó, ya se apagaron las luces, el salón está vacío y yo me quedé solo. Así que me voy, cierro la puerta a ése, nuestro mejor baile, y me voy en busca de otras aventuras, tarareando por siempre el ritmo de nuestros pasos, pero buscando unos nuevos.
Chau mi amor, gracias por entender.

4 comentarios:

  1. Gracias felonio! irán viniendo de a poco.

    ResponderEliminar
  2. Muy bien, che. en q pensabas cuando lo escribias?
    Escribis muy bien guacho, posta me da algo de envidia sana.
    abrazo, seguir pasando.

    ResponderEliminar
  3. A veces me gusta agarrar un sentimiento chiquitito y estirarlo lo suficiente para escribir algo. Es una buena herramienta para canalizar, al menos a mí me sirve. No se si será culpa de la gran cantidad de seres humanos que hoy somos, o por la falta de originalidad que tenemos, quizá sea simplemente porque no pensaron en la internet al bautizarnos, sea como sea, "Ignacio" se queda hoy demasiado corto ¡un apellido por favor! jaj.
    Abrazo y gracias.

    ResponderEliminar