lunes, 22 de noviembre de 2010

¿Existe Dios?


Unos minutos atrás leí esta presuntuosa pregunta por ahí. No es la primera vez que ella y yo nos cruzamos, ni será la última por cierto, pero hoy me dieron ganas de bailar un rato juntos. No será un vals de alto vuelo, ni siquiera un elegante concierto, más bien un rock poco popular.
Ante todo, debo definir sobre que me voy a explayar, Dios aquí representa la idea de una voluntad suprema universal, es decir, un ser, o una energía consciente que planifique el desarrollo de la materia.
Para dar los primeros pasos, cambio la pregunta ¿Existe Superman? No quiero faltar el respeto ni minimizar la cuestión, sino partir de esta base: no podemos negar de manera absoluta. La estrechez de nuestro conocimiento en relación a la inmensidad de realidad que proyectamos más allá de nuestros sentidos es tal, en tiempo y espacio, que negar absolutos sobre esta carece de sentido. Así por ejemplo, no podemos afirmar con certeza la inexistencia de unicornios, duendes, ni de cualquier otra criatura que se nos ocurra o de por crear.
¿En qué nos basamos entonces para negar la existencia de, por ejemplo, Linterna Verde? Pues bien, hay dos bastones, el primero, el hecho de no haber percibido con certeza jamás a L.V. (hablo de mí, no quiero ofender la percepción de ningún amigo de "el Linter"), el segundo, el estudio del comienzo de la idea de este personaje en nuestras vidas. El primero es claro, y el segundo refiere al hecho de entender cómo la idea en cuestión entra en nuestras cabezas. Así, yo tengo la certeza de que el superhéroe verde entró en mi vida a través de cartoon network y, recavando un poco, averiguo que antes fue parte de un cómic creado por un tal Bill Finger y otro artista, quienes repetidas veces afirmaron haber creado el personaje. Por ende, todo me lleva a pensar que no debe existir ningún linterna verde de carne y hueso en el universo, aunque no puedo afirmar esa inexistencia de manera absoluta por los motivos antes contados.
Ahora bien, llevado a la idea de Dios todo se vuelve más complejo...
Empecemos por aquél primer bastón ¿alguien percibió con certeza a Dios? Seguramente mucha gente diga que sí, y eso para ellos será prueba suficiente de la existencia de este ser. Ahora bien, para afirmar que percibimos algo, antes debemos conocerlo, para de este modo poder comprender que lo estamos percibiendo. Es decir ¿como sé que lo que veo es un perro si antes no tengo una idea concreta de lo que un perro debe ser? Pues bien, aquí siguen las complicaciones, ya que algunos creen percibir a Dios en un sentimiento de euforia, otros creen que eso es solamente un estado mental asequible sin ninguna deidad de por medio. Por ende, vamos a re-formular la pregunta que inició el párrafo ¿Alguien percibió a Dios de un modo tal que sea incuestionable su existencia? Difícil, en este punto podremos decir que quienes quieran creer en los testimonios lo harán, y quienes no lo quieran, no lo harán. Como se dice en mi banda, es corta la bocha, no se puede demostrar dios alguno por experiencia sensorial.
Pasemos pues al segundo bastón, ya que no podemos demostrar de manera tajante, ni negar de manera absoluta, veamos cómo surge la idea de Dios en nuestras cabezas. Podemos empezar diciendo que todo conocimiento abstracto, empezando por el idioma, es de origen cultural, es decir, se absorbe de la cultura que nos rodea. Entonces pues, la idea de Dios entra en nuestras cabezas a través de la enseñanza, esto es obvio. Algunos la habrán aprendido como verdad, otros como mito, otros sin demasiada profundidad. Pero ¿Cómo se introduce la idea de Dios en la humanidad? Aquí está el verdadero problema, el comienzo y algún día, tal vez, fin de la discusión. Fue fácil comprender de dónde surge la idea de Linterna Verde porque es cercana en el tiempo, la de Dios en cambio, viene de lejos. En este sentido podemos aventar diversas conjeturas, y sólo el ansia de creer nos inclinará hacia una u otra. Desde el plano creyente se sostiene que, o bien Dios se presentó a la humanidad en diversos períodos de su existencia, o bien el ser humano nace con la necesidad intrínseca de creer en Dios. En este sentido, podemos decir que la segunda teoría es falaz, pues abundan personas ateas, hasta culturas enteras. La primer propuesta es, ante todo, infalsable, es decir, ni negable ni demostrable.
Ahora bien, cómo explican las posturas ateas el surgimiento de la idea de Dios. Aquí hay diversas teorías, y voy a dejar una desde el lado psicológico que me parece rescatable. El ser humano, en los albores de su conciencia, reconoció el vínculo entre su voluntad y su acción, es decir, percibió que al "querer hacer", hacía. De manera inconsciente asoció la acción a la voluntad, así intuyó que el sol y las aguas tenían voluntad, al igual que las plantas y los animales. Adoró así a todos los fenómenos y seres que eran, o bien necesarios, o bien fuentes de temor. Lo mismo pasó con sus pasiones internas, las cuales funcionaban enajenadas de la voluntad racional, y por ende debían tener propia voluntad. Con el tiempo comenzó a entender la mecánica de ciertos fenómenos, las conductas de algunos seres, y los ritmos y causales de sus pasiones. Pero sin embargo, esa primer asociación mental que el humano primitivo hizo entre acción y voluntad seguía arraigada en sus estructuras mentales, de modo tal que fue separando la idea de voluntad de la materia. Así, al mismo tiempo que consolidaba la propia voluntad como ajena al cuerpo, también alejaba la "voluntad del cosmos" de la materia. Esa voluntad, que nació de la inconsciente asociación que proyectó la humanidad a los diversos fenómenos, es la idea de Dios que definí al principio "una voluntad suprema universal, es decir, un ser, o una energía consciente que planifique el desarrollo de la materia".
Al final de cuentas, es una cuestión de voluntad, o fe como dirían algunos. Algunos prefieren pensar en la idea de la voluntad enajenada de la materia, dentro de estos, algunos creen en una voluntad universal, otros solamente en la voluntad humana. Otros, pocos, demasiado pocos, preferimos pensar que la voluntad y la materia son una misma cosa, o, mejor dicho, que la voluntad no es sino materia en movimiento.
Bueno, se acabo lo que se daba, salud y hasta la próxima!


4 comentarios:

  1. Nunca te habia escuchado hablar de linterna verde!
    Estuviste claro e interesante, muy bueno.

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  2. Me gusto Pino. Siempre me cuestiono lo mismo eh, Dios existe? Pero jamas para llegar a una rta relativa hice una comparacion con los superheroes, se ve que vale la pena.
    Hablando de Superman, fijate el chiste que subi a facebook del gran Alacran

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  3. ¡Gracias a ambos! Linterna Verde siempre fue mi preferido.
    Menos mal que aclaraste Makn, no entendía nada con ese nombre y foto mito.Acá no tengo audio, pero queda pendiente el chiste
    Abrazos.

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