jueves, 3 de noviembre de 2011

No saben nada


Tiempos grises donde el amor ha sido adoctrinado

¿En qué escuela mediocre se enseñó que ama quien lo dice? Me gustaría saber donde vive el matemático que explicó que monogamia amaba más, y encontrar la cátedra maldita en la que enseñaron que ser fiel es igual a tener sexo con una sola persona. Quisiera viajar en el tiempo y dejar de ustedes solamente escombros.

¿Adoctrinar al amor? Como si nuestra conciencia, limitada y contradictoria, pudiera ponerle un cerco al infinito.

¿Adoctrinar al amor? Para qué, si no hay nada que corregir.

Podríamos tratar, y esto si, de adoctrinarnos para amar. Y no hablo de pétalos violáceos flotando en la fresca brisa de una tarde primaveral, sopesando el canto de una golondrina que veo bailar al ritmo de tu pulso, retumbando en mi oído, que apoyado en tu pecho sueña con poder detener el sol.

No, hablo de tomarse unos mates, mirarse a los ojos, sonreír. Sentirse, sentirnos, sentir

¿Qué tiene que ver el amor con frases cargadas de firuletes y compromisos?

¿Acaso no nace el compromiso para obligarse a cumplir? Y qué tiene que ver el amor con la obligación, si el amor es libre o no es nada.

Malditos catedráticos del amor, maldigo sus manuales y sus fórmulas vacías.

                                     Alguien debía decirles, que de amor no saben nada.

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