miércoles, 23 de febrero de 2011

Nos ponemos el overol.



   Como sabemos, este año nos enfrentamos una vez más a la oportunidad de decir quién queremos que tome las riendas de nuestro país, nuestra provincia, y nuestro partido. En ese clima nos juntamos yo y yo a discutir la postura a tomar por nuestro blog, "El popurrí". Que esto y aquello no es tan interesante como para relatar toda la procesión, nos limitamos a decir que creemos en ese concepto según el cual un buen periodista (y no es que nos las tiremos de) logra objetividad a la hora de transmitir. Sin embargo nos diferenciamos del sentido masivo de ese concepto prefabricado, creemos firmemente que es imposible separarse de la subjetividad de uno mismo, la idea de intentarlo se nos asemeja a un suicidio de la personalidad. Por ello, al decir que seremos objetivos, queremos decir que vamos a compartir nuestra subjetividad, exponer nuestras preferencias, para qué, de este modo, el/la lectora (sabemos que será solamente uno/a) pueda entender con mayor precisión lo que compartimos, es decir, lo que somos.

   Pasada la introducción nos sentimos listos para decir que El Popurrí estará haciendo fuerza por Fernando Pino Solanas (¡oh sorpresa! con razón la foto), su partido Proyecto Sur, y su proyecto conjunto Movimiento Sur. Las motiviaciones son varias. Más allá de la similitud de apellido, que confiezo me simpatiza, coincidimos con el trabajo de este hombre en muchos puntos. Su militancia social desde el cine es extraordinaria, la constancia de su sentir latinoamericano, su empecinamiento por creer en un Sur que no esté bajo el Norte, su grito por los recursos naturales y estratégicos que son saqueados año tras año, la defenza de los derechos civiles, su denuncia constante, sobre todas las cosas, su NO tranza. Pino peleó por la vuelta de Perón cuando estuvo vetado, fue amenzado de muerte por la triple A, intentó ser secuestrado por la Marina y debió exiliarse, siguió peleando y denunciando desde su exilio, volvio y su grito se dirigió a los nuevos colonizadores, y mientras todos tranzaban y disfrutaban la pizza y el shampoo de carlitos, Pino se llevó seis disparos en las piernas, aún así no se calló.

   Sin embargo, no es de galardones pasados que se crea el futuro, y eso nos gusta también de Pino, apuesta a futuro, apuesta en grande, con paciencia y poca ambición personal. El tipo realmente quiere un país que funcione mejor, que funcione. En los medios de hoy, tan polarizados entre oficialistas y centro derechas, Pino no tiene espacio, no tiene practicamente socios. Le pegan por los dos lados, y no lo defienden por ninguno. Por eso rescatamos las oportunidades de escucharlo sin ser editado (medio moderno de censura parcial que se utiliza para tergiversar). Aquí dejamos una entrevista del señor con Gerardo Rozin, los invitamos a tomarse los 15 minutos y escuchar, hay una opción de cambio, hay una corriente nueva, un progresismo real.

Brindamos por ella ¡Salud!


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